¡Konnichiwa! Are you coming for the Rugby World Cup?”
Así, en una mezcla de japonés e inglés bien ensayado, Saeko Suzuki nos dio la bienvenida a su país en el área de arribos del Aeropuerto Internacional de Haneda, el segundo más grande e importante de Japón después del de Narita. Saeko forma parte del grupo de voluntarios que tiene como misión recibir y tomarle una foto a los visitantes que llegan desde todas partes del mundo para ver el primer Mundial de rugby celebrado en Asia.
“¿Argentina? Es un equipo muy fuerte. Seguro les irá muy bien”, anticipa Saeko, más por cortesía que por conocimiento, ya que luego nos confiesa por lo bajo de que de rugby no entiende mucho. De todos modos, asegura estar muy feliz de que su país sea sede de un evento tan importante, así como de los próximos Juegos Olímpicos.
Tokio 2020 es, sin dudas, la gran apuesta de Japón en este proceso de apertura al mundo, al punto de restarle protagonismo al propio Mundial que comenzará hoy a las 7.45 con el partido inaugural entre el seleccionado local y el de Rusia en el estadio Ajinomoto, el mismo en el que mañana desde las 4.15 (16.15 de Japón) se presentarán Los Pumas contra Francia. Al respecto, ¿no resulta un poco curioso que un país cuya tradición guerrera puede presumir de ninjas y samurais haya elegido “Brave Blossoms” (Flores Valientes) como apelativo para su seleccionado de rugby?
En fin, el apoyo al representativo nacional se advierte incluso hasta en latas de gaseosas, en las pantallas de los vagones del complejo metro de Tokio y en los banners que en cada esquina recuerdan que durante el próximo mes y medio, Japón será el epicentro del mayor evento del mundo del rugby.